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domingo, 29 de septiembre de 2013

Estación Paraje Los Muchachos (FCRPB), Santa Fe, Argentina

Comienzo la segunda serie de estaciones referidas a un mismo ferrocarril, todas ubicadas en las proximidades a la ciudad de Rosario. En esta oportunidad me ocuparé del FC Rosario-Puerto Belgrano mostrando los edificios del Paraje Los Muchachos, Benard, Arminda, Bigand, Bombal y Cora.
Primero un breve relato del FC en cuestión. El (FCRPB) fue una compañía de capitales franceses que operó una línea de trocha ancha entre Rosario y Puerto Belgrano en las proximidades de Bahía Blanca. La concesión fue otorgada al señor Diego de Alvear en 1903 y luego transferida a la Sociedad Anónima Compañía del Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano durante 1906.
Lo innovador del trazado de 800 kilómetros es que evitaba el consabido modelo radial partiendo del puerto de Buenos Aires, el modelo seguía un sentido norte-sur cortando perpendicularmente los principales ramales de las compañías inglesas, hecho que generó un alto costo de construcción por la gran cantidad de puentes, treinta y seis en total, que tuvieron que construir, para salvar las vías de la competencia, legando innumerables obras de altísima calidad ingenieril como el Puente sobre el río Sauce Grande con sus 266 metros de longitud.
Desgraciadamente el proyecto no dio los resultados esperados entre otras cosas por cubrir un espacio agrícola poco desarrollado, no tocar ciudades de gran importancia durante su trayecto y porque debido a los numerosos cruces reducía el área de influencia de la linea.
La traza se construyó en tiempo récord, comenzó en 1906 y para el 12 ya se podía transitar en toda su extensión tanto para cargas como pasajeros.
En la ciudad de Rosario, la estación de pasajeros, la administración y galpones para carga se construyeron en los predios del actual Parque Urquiza y en la zona de Berutti y Riobamba en donde funciona hoy la Ciudad Universitaria conocida como La Siberia, pero el grueso de la empresa se instaló en Villa Diego en un paraje conocido como Coronel Aguirre.
Llegar hasta el edificio del Paraje Los Muchachos no es tarea sencilla ya que no podes arribar con vehículo hasta el cuadro de la estación porque se halla dentro de campos con tranqueras cerradas, así que o conseguía quién abriera los candados o me mandaba por la vía desde el cruce de la AO12 en cercanías del cruce con la RP14, y así fue, son aproximadamente dos kilómetros de recorrido por una vía activa que implicaba dar vuelta la cabeza cada quince segundos. Las tomas tienen dos años de antigüedad y la estación presentaba ese cuadro de vandalismo cultural y natural, pero no se asombren que pronto voy a postear la joya de la corona en cuanto a registro arqueológico, un edificio totalmente devorado por el bosque, tanto que no hay forma alguna de adivinar desde el exterior si la estación existe ahí dentro, como para recordarle a los concesionarios que todavía juegan de eso, que las estaciones tenían que ser mantenidas, o no era así?.
Tan sólo queda mampostería, alguna moldura reconocible y nada mas, pienso que si durante dos años nada se ha hecho por recuperarla hoy debe estar completamente fagocitada por la vegetación que en cierta manera reclama sus espacios originarios.
Cuando ya me disponía a emprender el regreso, en sentido norte sur divisé la luz que indicaba la presencia de un tren vivo, así que busqué un sitio en donde pudiera interactuar con la estación y ahí esperé.
Después de unos minutos de espera apareció ella, apareció la reina de las pampas, la Mabel, una GR12W, al comando de una formación de tolvas. La 6607 fue una de las 60 locomotoras que en 1962 el gobierno le otorgó al FC Sarmiento y a su vez es una de las 25 que recibió el concesionario FEPSA, FerroExpreso Pampeano S.A en 1991.
Construidas en los talleres que la GM posee en La Grange, Illinois, arribaron al país en 1962 y tras pasar con éxito el período de pruebas, de inmediato pasaron a engrosar la plantilla del Sarmiento corriendo todo tipo de trenes, carga, pasajeros, mixtos, maniobra pesada y hasta locales, y si bien se trata de una máquina muy versátil su fuerte es sin duda la carga debido a su capacidad para erogar toda la potencia a tan solo 12 kilómetros por hora.
Estas nobles máquinas han demostrado ser las mas confiables y versátiles diésel que circulan por nuestras vías, prueba de ello es que producidas las concesiones, las primeras locomotoras pedidas por los ganadores fueron las GR 12, y prueba también que luego de 51 años al servicio de nuestros ferrocarriles aún continúan en funcionamiento 59 de las 60, tan solo la 6623 fue raleada luego de sufrir un grave accidente e incendio durante 1982 en cercanías de Mechita, Buenos Aires. FEPSA motorizó con equipos cero kilómetro todas sus máquinas y como dato curioso las bautizó a todas con nombres femeninos. como ya se hacía con las antiguas vaporeras, los nombres corresponden a los de hijas o esposas del personal directivo de la empresa.
Y me fui siguiendo a la Mabel, con ese agridulce que me tiene acostumbrado el mundo ferroviario, contento por ver circular trenes y entre triste y enojado por el abandono al que fue sometido casi todo el sistema, con tantos culpables locales cómplices de suculentos negociados.

A continuación dejo los enlaces que me sirvieron para armar el relato del post.

http://es.wikipedia.org/wiki/Ferrocarril_Rosario_a_Puerto_Belgrano
http://es.wikipedia.org/wiki/FEPSA
http://pampatren.tripod.com/GR12.htm
http://www.oocities.org/ferrocarrilesargentinoshoy/GR12-1.htm

viernes, 27 de septiembre de 2013

Estación Cepeda (SF&CGS), Santa Fe, Argentina

La estación Cepeda correspondió en sus orígenes a la línea Villa Constitución-La Carlota del Gran Ferrocarril del Sud Santa Fe y Córdoba. Actualmente la misma se halla intrusada en regular estado de conservación.
A raíz del deterioro sufrido en la red ferroviaria y material rodante, el gobierno neo liberal de Carlos Menem, en 1989 fijó las bases para la concesión del servicio de cargas, el estado fijó un canon que deberían pagarle las empresas que se hicieran cargo del servicio y  a su vez éstas tenían la potestad de fijar su propio cuadro tarifario. Ese mismo año la Aceitera General Deheza decidió estudiar la factibilidad en unión con otras empresas de encarar la explotación del transporte ferroviario de cargas. El análisis de pre factibilidad fue positivo por lo que para 1990 le formularon al Ministerio de Obras y Servicios públicos una propuesta para obtener la concesión del servicio cargas del Ferrocarril General Mitre. Al tiempo comenzó la selección del operador ferroviario en Estados Unidos, como resultado de la misma se firmó un acuerdo con un grupo de compañías norteamericanas integradas entre otras por Montana Rail Link Inc., Anacostia & Pacific Inc., y RBC & Associates Inc.
El consorcio bajo la denominación Nuevo Central Argentino estaba integrado por las empresas Aceitera General Deheza, Banco Francés del Río de la Plata, Asociación  de Cooperativas Argentinas y Román Marítima, obteniendo definitivamente la concesión de la línea en 1992.
En aquel momento el Estado le entregó a la nueva empresa 63 locomotoras de las cuales sólo 23 estaban disponibles y con apenas 50 % de confiabilidad, en cuanto a vagones recibió 5354 con un 40 % de unidades descartables. El resto de la historia es conocida, si uno toma solamente la propaganda que encontramos en la página de la empresa, llegaríamos a la conclusión que nuestro actual ferrocarril compartiría de igual igual con la Canadian Pacific, pero cuando uno se interna entre la desolación de estaciones y pueblos que se han olvidado hasta de su historia debe concluir que la versión oficial no demuestra al país real.
Arriba dejo el enlace del operador ferroviario norteamericano para que saquen diferencias y conclusiones sobre que injerencia ha tenido dicha empresa en el diseño operativo de nuestro NCA.
Dejo por un tiempo las vías del viejo Gran Ferrocarril del Sud de Santa Fe, todavía me debo recorrer las estaciones Godoy y Rueda con su bello museo, pero ahora otra línea continuará esta historia por vías y estaciones que han enriquecido a tantos tan lejos en desmedro de tanta desolación y abandono.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Estación Santa Teresa (SF&CGS), Santa Fe, Argentina

La estación Santa Teresa pertenece al ramal original Villa Constitución-La Carlota del primigenio Gran Ferrocarril del Sud y Córdoba. El 19 de mayo de 1889 el gobierno de la Provincia de Santa Fe daba por aprobada la traza del pueblo a la Compañía de Tierras del Sud de Santa Fe y Córdoba, subsidiaria de la empresa ferroviaria que explotaba el ramal, hecho elocuente que vincula al ferrocarril con la urbanización de la pampa húmeda. Conté en la entrada anterior que este trazado fue vendido al FC Buenos Aires a Rosario y que a su vez éste pasó a engrosar los tendidos de la gran empresa FC Central Argentino
A comienzos del siglo XX el FCCA mediante anexiones, fusiones y operaciones de compra-venta, medía 1568 kilómetros y las estadísticas oficiales le asignaban un capital de 63.309.274 pesos, sin embargo la empresa no contribuyó con un solo centavo a la riqueza del país ya que contaba con exenciones impositivas, por lo menos así lo indicaba el contrato inicial de 1863, que garantizaba esas condiciones por un período de 40 años, o sea hasta 1903. A partir del 19 de marzo de dicho año el FCCA debería comenzar a tributar como cualquier otra empresa, pero para evitar que así aconteciera los administradores británicos diseñaron una ficticia operación de compra-venta por la cual el ferrocarril se vendió a otra empresa de la misma bandera, el Rosario a Buenos Aires. La operación se llevó a cabo en Londres, el 10 de abril de 1902 y curiosamente la nueva empresa se pasó a llamar Ferrocarril Central Argentino, o sea la compañía vuelve a adoptar el nombre de la vendida. De todas maneras pese a la resistencia de algunos diputados que querían poner freno a la operación fraudulenta, la compra-venta o "fusión" como posteriormente se denominó se aprobó por ley en 1908, concediendo a la nueva compañía los mismos privilegios establecidos en la denominada Ley Mitre, es decir exención de todo tipo de cargas aduaneras e impuestos.
En su Historia de los Ferrocarriles Argentinos Raúl Scalabrini Ortiz demuestra que el llamado capital ferroviario británico no era mas que la apropiación fraudulenta de las riquezas nacionales, capitalizadas a favor del capital financiero británico con la inevitable complicidad de algunos dirigentes políticos de turno. El diseño original de la red ferroviaria estuvo pensada para la exportación de materias primas y la importación de productos manufacturados, ya que la salida de nuestra incipiente manufactura era inviable por los elevados costos de los fletes.
En las elecciones del 24 de febrero de 1946 gana la contienda el General Juan Domingo Perón, y una de las acciones mas significativas de sus primeros años de gestión fue la de adquirir y nacionalizar la red de ferrocarriles ingleses y franceses, entre los cuales se encontraba el Central Argentino, pasando a denominarse curiosamente General Mitre, luego de la nacionalización en marzo de 1948. Durante ese proceso no solo pasaron al estado el material rodante, además miles de hectáreas productivas y hasta pueblos enteros le fueron excluidos a la Compañía de Tierras del Central Argentino, también se reestructuró el sistema de fletes para que la industria nacional nacida del proceso de sustitución de importaciones pudiera sacar sus productos manufacturados hacia el exterior. La red ferroviaria se continuó expandiendo esta vez con un carácter mas social, hacia rincones despoblados del norte o la Patagonia, situación que tuvo su punto culminante durante 1957 cuando alcanzó la máxima cifra de 47000 kilómetros de extensión.
A partir de 1957 comenzó un paulatino pero sostenido retroceso en todo el mundo ferroviario argentino impulsado entre otros factores por la presión de la industria del transporte automotor, principalmente asociadas al nuevo centro del poder, los EEUU, la red se redujo considerablemente en un proceso que llega hasta nuestros días, pero eso y sobre todo lo vinculado a las privatizaciones neo liberales de los 90, acompañarán las imágenes de la estación Cepeda, próxima parada en esta historia sinfín.

martes, 24 de septiembre de 2013

Estación Máximo Paz (SF&CGS), Santa Fe, Argentina

Para 1890 el Ferrocarril Buenos Aires a Rosario era la segunda compañía ferroviaria británica mas importante del territorio nacional, desafiando el monopolio del Ferrocarril Central Argentino en el noroeste del país. El 20 de setiembre de 1900, el Buenos Aires a Rosario compró la red de 490 km de trocha ancha perteneciente a al Ferrocarril Gran Sud de Santa Fe y Córdoba. Entre esos kilómetros se halla incluido el ramal Villa Constitución - La Carlota, que actuó como disparador para la fundación de pueblos en la región entre ellos Máximo Paz.
En enero de 1890, Marcelo, Máximo y Agustina Paz donan terrenos de su propiedad para la plaza y edificios públicos de un nuevo pueblo cuyos planos ya habían sido presentados a las autoridades provinciales y que fueran aprobados durante ese mismo mes de enero. El 18 de mayo se habilita la estación de ferrocarril perteneciente al Gran Sud.
En 1908 la empresa creada se fusiona con el Ferrocarril Central Argentino.



La estación Máximo Paz corresponde al Ferrocarril General Mitre, nombre que recibe el antiguo FC Central Argentino tras la nacionalización del sistema ferroviario en 1948, durante la presidencia del General Perón. Actualmente la empresa Nuevo Central Argentino (NCA), explota la operación e infraestructura de la antigua linea General Mitre, hecho que ocurre desde diciembre de 1992 cuando el entonces presidente Carlos Menem concede a manos privadas los ferrocarriles dentro de un plan de reformas neo liberales.
Hoy día el edificio estación se encuentra en un aceptable nivel de conservación, como así también el predio circundante, funcionando en parte de sus dependencias una radio, un pequeño teatro y salas utilizadas para exposiciones y otros eventos que tienen que ver con la cultura.
Las dos próximas entradas corresponderán a las dos estaciones siguientes rumbo al este, o sea hacia Villa Constitución, cabecera del ramal.