Indudablemente el ferrocarril ha sido la excusa fundacional para casi la totalidad de los pueblos de nuestra Patria, y Bombal no es la excepción.
En 1917 un grupo de colonos que habitaban en las cercanías de los campos de la familia Bombal se trasladan a Mendoza, lugar de residencia de Domingo Lucas Bombal para expresarle la inquietud de fundar un nuevo pueblo en coincidencia con el paso de la línea ferroviaria al Puerto Belgrano. La familia decide donar una porción de sus tierras en favor de la nueva compañía ferroviaria, hecho que fundaría definitivamente en el año 1919 al pueblo de Bombal.
La estación se encuentra en muy buenas condiciones, luce pintura nueva que desgraciadamente no condice con el color inicial, pienso en ese ladrillo visto, casi perfecto que me regaló Benard, pienso en el nomenclador con todas las letras y creo que la intención habría tenido un éxito mayor si se buscaba la forma de respetar el original.
El inventario nos dice que Bombal cuenta con un edificio principal, vía número uno, dos y auxiliares, dependencias de servicios, galpones y silos para el acopio de granos.
Las estaciones pasan como fotogramas en una película que se repite en la diversidad, tanto que creo poder visualizar que voy a hallar cuando me encuentre con Cora, pero son precisamente esos gestos locales, distintivos, los que conforman esa diversidad que me mantiene entre las vías sin poder escapar.
En 1917 un grupo de colonos que habitaban en las cercanías de los campos de la familia Bombal se trasladan a Mendoza, lugar de residencia de Domingo Lucas Bombal para expresarle la inquietud de fundar un nuevo pueblo en coincidencia con el paso de la línea ferroviaria al Puerto Belgrano. La familia decide donar una porción de sus tierras en favor de la nueva compañía ferroviaria, hecho que fundaría definitivamente en el año 1919 al pueblo de Bombal.
La estación se encuentra en muy buenas condiciones, luce pintura nueva que desgraciadamente no condice con el color inicial, pienso en ese ladrillo visto, casi perfecto que me regaló Benard, pienso en el nomenclador con todas las letras y creo que la intención habría tenido un éxito mayor si se buscaba la forma de respetar el original.
El inventario nos dice que Bombal cuenta con un edificio principal, vía número uno, dos y auxiliares, dependencias de servicios, galpones y silos para el acopio de granos.
Las estaciones pasan como fotogramas en una película que se repite en la diversidad, tanto que creo poder visualizar que voy a hallar cuando me encuentre con Cora, pero son precisamente esos gestos locales, distintivos, los que conforman esa diversidad que me mantiene entre las vías sin poder escapar.