Para mediados de la década del cuarenta los ferrocarriles de capital inglés estaban atravesando una profunda crisis, por un lado la menor actividad agraria producto de malas cosechas y sucesivas crisis económicas, sumado al deterioro del material rodante, junto a buena parte de las vías y edificios, hicieron que las empresas decidieran que era momento de desprenderse de sus activos en vez de encarar un proceso de reequipamiento y modernización. Así luego de un arduo proceso de negociaciones el gobierno del General Perón firmó el 13 de febrero de 1947 un convenio de adquisición de los ferrocarriles de capital británico que operaban en el País, comprando así al Ferrocarril Entre Ríos y el Nordeste Argentino. El 1 de marzo de 1948, el Estado Nacional tomó formal posesión de dichas empresas, denominando a todos los ramales mesopotámicos con el nombre de Ferrocarril Nacional General Urquiza. El 14 de mayo de 1949 el Estado toma el control de nuestro Ferrocarril Central de Buenos Aires (FCCBA), perteneciente a una empresa privada argentina, anexando su red a la de las líneas mesopotámicas.
La gestión estatal duró hasta 1993, año en que Carlos Menem decide la privatización del FCGU, pasando a denominarse Ferrocarril Mesopotámico General Urquiza. En 1999 se entregan los servicios de carga a la compañía brasileña ALL, y en 2013 el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, rescinde dicha concesión pasando todo el servicio de cargas a manos de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística.
El ramal que hoy nos convoca, el Fátima-Rojas-Cuatro de Febrero, fue clausurado en el tramo Rojas-Cuatro de Febrero en 1961, durante el Gobierno del Presidente Frondizi, en el marco del plan de reestructuración ferroviaria conocido como Plan Larkin, capítulo inicial de una serie de ataques sistemáticos hacia el sistema ferroviario nacional. Después de la clausura un grupo de productores ferroviarios consiguió que el ramal se reabriera para poder así sacar la producción. Dicha rehabilitación se efectúa en el año 1974 pero hasta la estación Sarasa, pero el éxito dura poco ya que nuevamente se vuelve a clausurar, levantándose sus vías durante la década del 80. Rojas siguió siendo entonce punta de rieles hasta el cierre definitivo, ocurrido como no podía ser de otra manera, en el año 1993.
El edificio y el predio se encuentran en perfecto estado de conservación. En el lugar funciona el Museo del Campo.
La gestión estatal duró hasta 1993, año en que Carlos Menem decide la privatización del FCGU, pasando a denominarse Ferrocarril Mesopotámico General Urquiza. En 1999 se entregan los servicios de carga a la compañía brasileña ALL, y en 2013 el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, rescinde dicha concesión pasando todo el servicio de cargas a manos de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística.
El ramal que hoy nos convoca, el Fátima-Rojas-Cuatro de Febrero, fue clausurado en el tramo Rojas-Cuatro de Febrero en 1961, durante el Gobierno del Presidente Frondizi, en el marco del plan de reestructuración ferroviaria conocido como Plan Larkin, capítulo inicial de una serie de ataques sistemáticos hacia el sistema ferroviario nacional. Después de la clausura un grupo de productores ferroviarios consiguió que el ramal se reabriera para poder así sacar la producción. Dicha rehabilitación se efectúa en el año 1974 pero hasta la estación Sarasa, pero el éxito dura poco ya que nuevamente se vuelve a clausurar, levantándose sus vías durante la década del 80. Rojas siguió siendo entonce punta de rieles hasta el cierre definitivo, ocurrido como no podía ser de otra manera, en el año 1993.
El edificio y el predio se encuentran en perfecto estado de conservación. En el lugar funciona el Museo del Campo.
Marcas del pasado
La firma
El viejo vagón vivienda, olvidado en la estación desde hace una veintena de años
Silos en el predio contiguo
Salto posee otra estación, la del Ferrocarril General Belgrano, pero su situación es diametralmente opuesta a la coqueta estación del FCCBA, aquella está peligrosamente intrusada y ferozmente devastada, de todas manera dos tomas se incluirán cuando le toque el turno al viejo Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA).
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