Un vagón de piedra, la escenificación del blues de la desolación y el interior de un galpón a punto de ser arrastrado por el viento, tres de un lugar imposible como Tolar Grande en plena Puna salteña, sitio extremo rodeado por los lugares más sorprendentes de Argentina, la estación pertenece al mítico ramal C-14 que vinculaba Salta con Socompa y que continuaba hasta el Pacífico chileno, todo está abandonado, todo está a merced de la arena que todo lo esmerila impulsada por un viento implacable, atemorizante.
En un próximo post rendiré homenaje a éste, uno de los tendidos ferroviarios más colosales del mundo.
En un próximo post rendiré homenaje a éste, uno de los tendidos ferroviarios más colosales del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario