Frente a la estación se ubica una fila de 7 ú 8 máquinas, todas destinadas a desguace que fueron dejadas a merced de quienes quisieran depredarlas y sabemos que aquí es inevitable que esto suceda, quizás hayan hecho el cálculo que en un corto tiempo el desguace igual se produciría sin costo alguno para quién haya sido el encargado de llevarlo a cabo en forma oficial.
Sólo la última destinada al museo, hoy cerrado, está en aceptables condiciones, de las otras casi nada queda, de ahí la idea del retrato usando contraluz, sólo siluetas y aprovechando un cielo plomizo, amenazante. Me pareció mejor sugerir que directamente retratar la crueldad del saqueo a que éste simbólico material fue condenado.
Sólo la última destinada al museo, hoy cerrado, está en aceptables condiciones, de las otras casi nada queda, de ahí la idea del retrato usando contraluz, sólo siluetas y aprovechando un cielo plomizo, amenazante. Me pareció mejor sugerir que directamente retratar la crueldad del saqueo a que éste simbólico material fue condenado.
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