La estación Cepeda correspondió en sus orígenes a la línea Villa Constitución-La Carlota del Gran Ferrocarril del Sud Santa Fe y Córdoba. Actualmente la misma se halla intrusada en regular estado de conservación.
A raíz del deterioro sufrido en la red ferroviaria y material rodante, el gobierno neo liberal de Carlos Menem, en 1989 fijó las bases para la concesión del servicio de cargas, el estado fijó un canon que deberían pagarle las empresas que se hicieran cargo del servicio y a su vez éstas tenían la potestad de fijar su propio cuadro tarifario. Ese mismo año la Aceitera General Deheza decidió estudiar la factibilidad en unión con otras empresas de encarar la explotación del transporte ferroviario de cargas. El análisis de pre factibilidad fue positivo por lo que para 1990 le formularon al Ministerio de Obras y Servicios públicos una propuesta para obtener la concesión del servicio cargas del Ferrocarril General Mitre. Al tiempo comenzó la selección del operador ferroviario en Estados Unidos, como resultado de la misma se firmó un acuerdo con un grupo de compañías norteamericanas integradas entre otras por Montana Rail Link Inc., Anacostia & Pacific Inc., y RBC & Associates Inc.
El consorcio bajo la denominación Nuevo Central Argentino estaba integrado por las empresas Aceitera General Deheza, Banco Francés del Río de la Plata, Asociación de Cooperativas Argentinas y Román Marítima, obteniendo definitivamente la concesión de la línea en 1992.
En aquel momento el Estado le entregó a la nueva empresa 63 locomotoras de las cuales sólo 23 estaban disponibles y con apenas 50 % de confiabilidad, en cuanto a vagones recibió 5354 con un 40 % de unidades descartables. El resto de la historia es conocida, si uno toma solamente la propaganda que encontramos en la página de la empresa, llegaríamos a la conclusión que nuestro actual ferrocarril compartiría de igual igual con la Canadian Pacific, pero cuando uno se interna entre la desolación de estaciones y pueblos que se han olvidado hasta de su historia debe concluir que la versión oficial no demuestra al país real.
A raíz del deterioro sufrido en la red ferroviaria y material rodante, el gobierno neo liberal de Carlos Menem, en 1989 fijó las bases para la concesión del servicio de cargas, el estado fijó un canon que deberían pagarle las empresas que se hicieran cargo del servicio y a su vez éstas tenían la potestad de fijar su propio cuadro tarifario. Ese mismo año la Aceitera General Deheza decidió estudiar la factibilidad en unión con otras empresas de encarar la explotación del transporte ferroviario de cargas. El análisis de pre factibilidad fue positivo por lo que para 1990 le formularon al Ministerio de Obras y Servicios públicos una propuesta para obtener la concesión del servicio cargas del Ferrocarril General Mitre. Al tiempo comenzó la selección del operador ferroviario en Estados Unidos, como resultado de la misma se firmó un acuerdo con un grupo de compañías norteamericanas integradas entre otras por Montana Rail Link Inc., Anacostia & Pacific Inc., y RBC & Associates Inc.
El consorcio bajo la denominación Nuevo Central Argentino estaba integrado por las empresas Aceitera General Deheza, Banco Francés del Río de la Plata, Asociación de Cooperativas Argentinas y Román Marítima, obteniendo definitivamente la concesión de la línea en 1992.
En aquel momento el Estado le entregó a la nueva empresa 63 locomotoras de las cuales sólo 23 estaban disponibles y con apenas 50 % de confiabilidad, en cuanto a vagones recibió 5354 con un 40 % de unidades descartables. El resto de la historia es conocida, si uno toma solamente la propaganda que encontramos en la página de la empresa, llegaríamos a la conclusión que nuestro actual ferrocarril compartiría de igual igual con la Canadian Pacific, pero cuando uno se interna entre la desolación de estaciones y pueblos que se han olvidado hasta de su historia debe concluir que la versión oficial no demuestra al país real.
Arriba dejo el enlace del operador ferroviario norteamericano para que saquen diferencias y conclusiones sobre que injerencia ha tenido dicha empresa en el diseño operativo de nuestro NCA.
Dejo por un tiempo las vías del viejo Gran Ferrocarril del Sud de Santa Fe, todavía me debo recorrer las estaciones Godoy y Rueda con su bello museo, pero ahora otra línea continuará esta historia por vías y estaciones que han enriquecido a tantos tan lejos en desmedro de tanta desolación y abandono.
Insultar diciendo "Neoliberal" habla de lo sorete e ignorante que sos.
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