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jueves, 22 de marzo de 2012

El Ramal A 12, Mendoza-Las Cuevas, Mendoza, Argentina

Siguiendo desde la ruta, desde la tiranía de una ventanilla el trazado del mítico A-12, con sus espectaculares puentes de hierro, sus murallones de piedra, sus túneles tallados en bruto, sus estaciones cruelmente destruídas, sus cobertizos presa del fuego de la ignominia.
Quedan imágenes de un pasado glorioso, queda un año, 1992, como fecha de la imposición de un castigo de desaparición forzada, queda la idea del reflotar al Transandino, pero por Neuquén??, queda marcada a fuego una ideología de destrucción de esfuerzos, de utopías, de sueños, quedará espacio para pelear por la restitución del servicio, o esta concepción de modernidad mentirosa se entronizará como verdadera.

4 comentarios:

  1. Felicitaciones por publicar estas imágenes.
    Los ferrocarriles cordilleranos son una evidencia palpable del esfuerzo bien dirigido de miles de personas para proporcionar bienestar a una comunidad.
    Aún hoy un trazado cordillerano como el que media entre Mendoza ciudad y Las Cuevas es una proeza de ingeniería y voluntad. En la época en que se realizo es simplemente una obra MONUMENTAL!

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  2. Muy ciertas sus palabras Amigo, apena ver el estado de abandono que presentan obras de ingeniería como el Trasandino, el C14, el cable carril hacia la Mina la Mexicana, verdaderas proezas tecnológicas olvidadas y desaprovechadas. Siempre guarda uno la esperanza que quizás alguien se de cuenta el valor histórico cultural y también material que conllevan dichas estructuras y se proponga rehabilitarlas.
    Abrazo y gracias por participar.

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  3. Tengo la esperanza que esta obra magistral recupere la gloria de antaño. A mi en particular me gustan los 35 km antes del túnel y los 35 posteriores osea los que usan cremallera. Me gustaría electrificarlos y usarlos con duplas para turismo y pasajeros.

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    1. Amigo coincido con todo lo referido con preservar y potenciar las grandes obras de ingeniería ferroviaria y la que tú tan bien describes es sin duda alguna una de las más espectaculares del País. Me sumo a tu esperanza sobre que alguna vez alguien le devuelva el esplendor al ramal a los Andes.
      Abrazo y muchísimas gracias por la contribución.

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