Cuando a uno le dicen "pueblo fantasma" el conocimiento y la imaginación inmediatamente viajan a recónditos recovecos de la inhóspita Puna o la infinita Patagonia, la noción de lugar abandonado no condice con la geografía inmediata, por aquí cerca todo es conocido, todos los caminos son transitados, nadie vive aislado del resto de los mortales a 1 hora del shopping, pero por suerte todavía existen las excepciones y Francisco Paz se encuadra perfectamente en una de ellas.
La estación pertenece al ramal Pergamino-Cañada de Gómez del otrora poderoso FCCA, ramal que formaba parte de un todo llamado Buenos Aires-Córdoba, vía Victoria, Vagués, Pergamino, Peyrano, Paz, Fuentes, Casilda, Cañada de Gómez, Villa María como paradas intermedias.
El cuadro de la estación está completamente dominado por un espeso bosque que volvió a ocupar el lugar que alguna vez fue una realidad en toda la región. Desde afuera nada hace presumir que ahí dentro sobreviven rastros de los edificios ferroviarios. Las dos últimas tomas corresponden al piso del galpón principal, volatilizado por los depredadores culturales y naturales.
Tan solo aristas inconexas señalan que alguna vez en ese lugar se erigió un gran galpón que acopió la riqueza de la tierra pampeana, y hasta ahora ni rastros del edificio principal, quizás nada quede de él, quizás la naturaleza cobró venganza ante tanta depredación especulativa.
Abriéndome paso entre una maraña cerrada pude alcanzar al edificio principal, saqueado, despojado de todo su esplendor, jaqueado por la naturaleza que intenta devorarlo y que hasta ahora va ganado la partida.
Como dato curioso aparece que no hay rastros ni de basura humana ni pinturas rupestres urbanas sobre sus paredes exteriores o interiores, señal que nadie se le anima al sombrío bosque fantasmal que rodea al edificio.
El anonimato reina en su total esplendor, no hay ningún nombre propio entre los mudos ladrillos, todo fue mutilado. Salgo por el frente del edificio, frente a mí se ubica la única cuadra larga del pueblo, pueblo de una persona sola, sí, en Francisco Paz vive un solo habitante, un antiguo mecánico que sobrevive rodeado de antiguas cosechadoras y recuerdos sobre como alguna vez por esas vías pasaron trenes cargados con tanques y material bélico rumbo al lejano sur en guerra.
En los papeles el ramal está bajo la guarda del NCA, en la realidad..., bueno la realidad en este caso no existe, Francisco Paz es tan solo una ilusión que se esconde a 1 hora de la historia oficial.
La estación pertenece al ramal Pergamino-Cañada de Gómez del otrora poderoso FCCA, ramal que formaba parte de un todo llamado Buenos Aires-Córdoba, vía Victoria, Vagués, Pergamino, Peyrano, Paz, Fuentes, Casilda, Cañada de Gómez, Villa María como paradas intermedias.
El cuadro de la estación está completamente dominado por un espeso bosque que volvió a ocupar el lugar que alguna vez fue una realidad en toda la región. Desde afuera nada hace presumir que ahí dentro sobreviven rastros de los edificios ferroviarios. Las dos últimas tomas corresponden al piso del galpón principal, volatilizado por los depredadores culturales y naturales.
Tan solo aristas inconexas señalan que alguna vez en ese lugar se erigió un gran galpón que acopió la riqueza de la tierra pampeana, y hasta ahora ni rastros del edificio principal, quizás nada quede de él, quizás la naturaleza cobró venganza ante tanta depredación especulativa.
Abriéndome paso entre una maraña cerrada pude alcanzar al edificio principal, saqueado, despojado de todo su esplendor, jaqueado por la naturaleza que intenta devorarlo y que hasta ahora va ganado la partida.
Como dato curioso aparece que no hay rastros ni de basura humana ni pinturas rupestres urbanas sobre sus paredes exteriores o interiores, señal que nadie se le anima al sombrío bosque fantasmal que rodea al edificio.
El anonimato reina en su total esplendor, no hay ningún nombre propio entre los mudos ladrillos, todo fue mutilado. Salgo por el frente del edificio, frente a mí se ubica la única cuadra larga del pueblo, pueblo de una persona sola, sí, en Francisco Paz vive un solo habitante, un antiguo mecánico que sobrevive rodeado de antiguas cosechadoras y recuerdos sobre como alguna vez por esas vías pasaron trenes cargados con tanques y material bélico rumbo al lejano sur en guerra.
En los papeles el ramal está bajo la guarda del NCA, en la realidad..., bueno la realidad en este caso no existe, Francisco Paz es tan solo una ilusión que se esconde a 1 hora de la historia oficial.
Increíble! El otro día veía un programa por "History..." en el que aparecían , en EEUU, esos "unipobladores" de ciertos lugares abandonados, y pensé "esto acá no pasa"...bueno, nunca dejamos de sorprendernos! Y tan cerca!!! Mirá que anduve por "Cañada", y no lo he visto o, tal vez, no tengo tu valentía de meterme en estos lugares. Eso sí, a la vista queda el resultado positivo de haberse animado: preciosas fotos! Abrazo, Rodo.
ResponderEliminarIncreíble sí, he estado en pueblos de 0 habitantes, 1 habitante y recientemente en dos de 2 habitantes, Cascada y Estela en el SO bonaerense. En cuanto a llegar desde Cañada a estos parajes se puede hacer por caminos vecinales o de campo, lo mas directo es partir desde Acebal, por una terrosa cinta que engarza Maizales y Paz, dos invisibles.
ResponderEliminarAh, no creas que uno es valiente, simplemente no ando bien del relleno de la cabeza.
Abrazo, Patzy.
Soy jefe de un grupo de boys scouts que practican la vida al aire libre y en plena naturaleza algunos de los fines de semana largos del año. Generalmente, buscamos lugares agrestes y de mucha forestación para hacer nuestros campamentos. No destruímos ni contaminamos ni ensuciamos nada. Dejamos el lugar del mismo modo que estaba cuando llegamos. Si te parece, con tu experiencia, podrías brindarnos lugares aptos para acampar no muy alejados de la ciudad de Rosario (200 km a la redonda). Si podés colaborar con nosotros escribime a mi mail alejo14.12@hotmail.com
ResponderEliminarGracias.
Vivo en Rosario, mi papá nació en Francisco Paz en 1927, hijo de inmigrantes italianos que trabajaban en tambos. Que alegría conocer el lugar donde nació mi viejo!!, él siempre me decía que era un apeadero del ferrocarril. Gracias por publicar tantas y tan bellas fotos. filipini_3@hotmail.com
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