La construcción por parte del FCO de un ramal entre Merlo y el centro de la provincia de Buenos Aires, fue uno de los motivos que aceleró la realización de nuevas extensiones por parte del FCS, ya que veía en el avance de la competencia un motivo que le hacía peligrar su influencia en el sur de la provincia. Éste ramal del Ferrocarril Oeste se habilitó desde Merlo hasta marcos Paz en 1870, en mayo de 1871 arribó a Lobos y en 1874 hizo lo propio en Saladillo.
En 1890 el FCS adquiere al FCO los ramales de Temperley a Cañuelas y de Merlo a Saladillo. La vinculación de éstas vías con la red del sud llegaría en 1892, empalmando sus vías con las del Western Railway en un punto, 3.7 kilómetros antes de la estación Lobos, naciendo así el Empalme Lobos, pieza fundamental para la extensión del tren hacia los confines sureños de la provincia.
Cinco años después el FCS extendió el ramal a Saladillo hasta General Alvear, y habilitó la línea desde Empalme Lobos hasta 25 de Mayo, primera sección de nuestra vía que continuaba hacia Bolívar, Guaminí, Carhué y Rivera, para finalmente en Saavedra unirse con su línea principal a Bahía Blanca, el gran destino codiciado como puerta de entrada a un mundo todavía desconocido denominado Patagonia.
La estación no está en buenas condiciones, está intrusada pero sin mantenimiento, hecho que permite observarla en su estado natural, pero con la angustia de palpar su deterioro.
El pueblo es más grande que La Larga y presumiblemente más importante ya que contaba con una sucursal del prestigioso comercio de ramos generales El Pingo, cerrado desde tiempos inmemoriales.
El almacén ubicado frente al cuadro de la estación, formaba con el ferrocarril una unión indivisible ya que todas las mercancías que comercializaba llegaban por tren, y con éste las novedades producidas en lugares lejanos de nuestra patria y el mundo que ahora estaban al alcance de los habitantes de éste pequeño enclave pampeano.
Una rápida incursión por los jueguitos ubicados al costado del edificio principal y a seguir viaje por el medanoso camino paralelo a las vías, mas seguro que la temida RP 65.
En 1890 el FCS adquiere al FCO los ramales de Temperley a Cañuelas y de Merlo a Saladillo. La vinculación de éstas vías con la red del sud llegaría en 1892, empalmando sus vías con las del Western Railway en un punto, 3.7 kilómetros antes de la estación Lobos, naciendo así el Empalme Lobos, pieza fundamental para la extensión del tren hacia los confines sureños de la provincia.
Cinco años después el FCS extendió el ramal a Saladillo hasta General Alvear, y habilitó la línea desde Empalme Lobos hasta 25 de Mayo, primera sección de nuestra vía que continuaba hacia Bolívar, Guaminí, Carhué y Rivera, para finalmente en Saavedra unirse con su línea principal a Bahía Blanca, el gran destino codiciado como puerta de entrada a un mundo todavía desconocido denominado Patagonia.
La estación no está en buenas condiciones, está intrusada pero sin mantenimiento, hecho que permite observarla en su estado natural, pero con la angustia de palpar su deterioro.
El pueblo es más grande que La Larga y presumiblemente más importante ya que contaba con una sucursal del prestigioso comercio de ramos generales El Pingo, cerrado desde tiempos inmemoriales.
El almacén ubicado frente al cuadro de la estación, formaba con el ferrocarril una unión indivisible ya que todas las mercancías que comercializaba llegaban por tren, y con éste las novedades producidas en lugares lejanos de nuestra patria y el mundo que ahora estaban al alcance de los habitantes de éste pequeño enclave pampeano.
Una rápida incursión por los jueguitos ubicados al costado del edificio principal y a seguir viaje por el medanoso camino paralelo a las vías, mas seguro que la temida RP 65.
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